Cultura, Cine y Literatura

Carmen Sánchez Caraballo: «Me gusta cerrar los ojos y visualizar a los personajes cuyos sentimientos describo»

Todo es poesía para los que saben mirar e interpretar la realidad a través de ella

Entrevista a la escritora Carmen Sánchez Caraballo, a la que he tenido la suerte de conocer en Casa del Libro de Córdoba firmando ejemplares de sus dos primeras obras: los poemarios El jardín de las hortensias y La vida en 90 sorbos

El objetivo de Carmen es tratar de emocionar a través de una prosa poética directa y sencilla de comprender

Si tengo que destacar algo en Carmen sería la capacidad enorme para conectar con los lectores 

Se ha demostrado que la prosa poética mejora el estado de ánimo, la memoria e incluso el desempeño laboral. La prosa poética puede estar integrada en un microrrelato o en un cuento, al tener una mayor libertad en cuanto a la estructura gramatical que la composición de un poema. A diferencia de un poema, un microrrelato que incluye prosa poética no puede ser analizado desde el punto de vista de la métrica y la rima Sin embargo, sí es un escrito que tiene una musicalidad y un ritmo que nos permite conectar y ponernos en la piel de otras personas y personajes. Puede que para la imaginación el poema y la prosa sean indistinguibles el uno del otro. Por eso debemos partir de la evidencia de no estar ante un problema literario, sino ante un recurso destinado a aportar énfasis y belleza a un texto, más allá del uso convencional del lenguaje, recurriendo a la fonética, la sintaxis o la semántica. Con solo dos libros en el mercado, Carmen Sánchez Caraballo es una de las escritoras españolas que triunfan en el mundo de la literatura, concretamente en la prosa poética, un género que ha conseguido hacerse popular gracias a las redes sociales. La situación tan delicada que atraviesa el mundo desde hace tantos años, ha mostrado la necesidad que tienen las personas de ser escuchadas y comprendidas. Por eso, no es de extrañar que la prosa poética se haya convertido en uno de los géneros literarios por excelencia entre la llamada generación Z, los nacidos entre mediados de los años noventa y principios o mediados de los años dos mil. No obstante, la prosa poética de Carmen tiene el mérito de conectar con todas las generaciones.

La delimitación de los géneros literarios tiene que ver (glosando al maestro Jorge Luis Borges) con las expectativas, sentimientos de esperanza e ilusión que surgen cuando esperamos lograr un objetivo, del lector: aquel que espera encontrar un poema donde hay un cuento, o viceversa, se sentirá decepcionado. Sin embargo, existen muchos más puntos de encuentro entre lo narrativo y lo poético de lo que pensamos. Dentro de esa fusión surge un funcionamiento del texto que define su carácter a la perfección, ya sea como algo notablemente narrativo o poético. Resulta evidente, aunque adecuado y conveniente, decir que un poema no está imposibilitado de ninguna de las maneras para contar una historia. En el poema en prosa la narrativa es una herramienta fundamental de lo poético y, simultáneamente, en las prosas poéticas es la poesía la que está en función de la narrativa. 

La prosa poética de Carmen Sánchez Caraballo es la búsqueda constante de la belleza y el deleite estético en dicha perfección que produce satisfacción y entusiasmo. En este tipo de composición, las obras de Carmen adquieren un mayor sentido la expresión de los sentimientos que el hecho de querer desarrollar un argumento determinado y específico. Porque para esta escritora los sentimientos son esenciales para lograr mejores resultados en el proceso de lectura. Y es por tal motivo por el cual Carmen, consciente de que es capaz de hacer sentir al lector un sinfín de sensaciones, se alía con las palabras y estas se convierten en sus mejores amigas.

El uso de los símbolos y las metáforas ayuda a Carmen a recrear posibles imágenes con un carácter literario. Su literatura es tan expresiva que, en algunos casos, se descompone en pequeños versos dentro del propio texto. Uno de los puntos más importantes de la prosa poética de Carmen es recordarnos a los lectores que la poesía puede ir más allá de las formas tradicionales de poemas que tienen una métrica y un ritmo concreto, porque la belleza de escribir no tiene límites. Los párrafos componen la estructura de la prosa poética. Su corazón enciende un fuego cuando escribe que nunca cesa de arder, su alma nunca deja de brillar y encuentra la inspiración que la llevará a la creatividad en temas de la vida cotidiana. Sus pensamientos y reflexiones rompen barreras. Piensa que detrás de cada adversidad hay una oportunidad. Puede ser una oportunidad para aprender. Porque Carmen sabe de la importancia de seguir aprendiendo cosas nuevas. Poseedora de un estilo literario que reivindica lo sencillo, lo esencial, el alma de las cosas, el futuro de esta escritora se presenta excepcionalmente brillante. Solo tiene que seguir explorando más allá de los muros más resistentes y dolorosos, difíciles de derribar, los de la conciencia, la intolerancia y la idiotez humana, los que están empezando a desmoronarse, seguir generando una empatía que nace del coraje de ser diferente.

Pregunta. ¿De dónde viene tu pasión por la literatura?

Respuesta. Llegó conmigo a la vida. No recuerdo un momento en el que no tuviera un libro en mis manos. Era mi mejor regalo. 

Todavía conservo gran parte de mi biblioteca infantil y juvenil. Y muchos de esos libros han sido releídos varias veces. He sido un ratoncito de biblioteca. 

P. ¿Cuándo empezaste a escribir?

R. Tengo libretas y cuadernos con poemas escritos con una caligrafía de niña pequeña. Siempre me tocaba en el colegio escribir las redacciones y textos para las funciones. Después vinieron muchos años en blanco, hasta que en el confinamiento se abrió el grifo y hasta ahora. 

P. ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado crear y conocer?

R. Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand. Es un personaje literario masculino apasionante y atractivo en su dualidad. Un poeta dentro de un soldado. Bravucón y romántico. Duro y sensible. Con una gran capacidad de amar, leal a la amistad hasta el sacrificio personal y fiel a la palabra dada. Culto, ingenioso y frágil.

P. ¿Cómo describirías tu rutina de escritura?

R. La describiría como la antigua rutina. Soy muy anárquica. Puedo pasar mucho tiempo escribiendo o estar días sin hacerlo. A veces me disciplino y me pongo delante del ordenador sin una idea previa y surge un texto. No me gusta mantener horarios fijos para nada.

P. ¿Tienes alguna manía a la hora de escribir?

R. Me gusta cerrar los ojos y visualizar a los personajes cuyos sentimientos describo. O los lugares entre los que se mueven mis líneas. Me ayuda a concentrarme. Y, por supuesto, necesito silencio a mi alrededor. 

P. ¿Cuál es tu lugar y momento favorito para escribir?

R. A primera hora de la mañana estoy más  «lúcida». A veces escribo muy temprano y directamente en el móvil, un texto que subo a Instagram. Y lo hago todavía desde la cama. En cualquier lugar. En mi Sancta Sanctorum. 

Mi estudio en casa. Rodeada de mis libros infantiles, recuerdos personales y las paredes cubiertas hasta el techo de dos pasiones, la danza y el cine. Fotografías de ellos en su entorno personal. No son fotos publicitarias.

P. ¿Cómo surge la idea de escribir El jardín de las hortensias (Vive Libros Ediciones, 2022?

R. No fue un plan premeditado. Cuando ya el número de textos era bastante numeroso y gustaba tanto a quienes los leían, una amiga de un amigo de otra amiga me puso en contacto con una editorial. Todo muy rodado.

P. En el título está el alma del libro. ¿Cómo nace el título de esta obra?

R. El título, lo explico en la contraportada, es un símbolo. Para cada persona puede ser algo distinto. Se trata de aquella experiencia,  persona, vivencia, recuerdo en el que fuimos despreocupadamente felices. En mi caso alude a mi vida junto a mi abuela Hortensia. Es un homenaje a su amor por mí. 

P. En El jardín de las hortensias los lectores se van a encontrar casi setenta poemas, acompañados de unas ilustraciones maravillosas, llenos de amor, desamor, recuerdos de la infancia, deseos, odas e incluso críticas sociales. ¿Por qué utilizaste recursos naturales en muchas de tus composiciones?

R. Para mí, mi prosa poética está arraigada en la realidad que nos rodea cada día y que a veces pasa desapercibida. Me gusta «pisar la calle» e impregnar mis sentimientos de emociones cotidianas. 

P. El jardín de las hortensias tuvo tanto éxito que al año siguiente escribiste La vida en 90 sorbos (Vive Libros Ediciones, 2022), otro canto a la vida y a todo lo que nos pone el destino por delante. ¿Podemos aprender a bebernos la vida a sorbos?

R. ¡Ojalá! Deberíamos al menos intentarlo. Mirar menos hacia el futuro y ser conscientes de un presente efímero, que es el que realmente hay que paladear. Vivimos en el HOY, el MAÑANA acecha, pero no ha llegado todavía. 

P. ¿Cuál es tu «sorbo» favorito de La vida en 90 sorbos?

R. Disfruté mucho escribiendo «El portal», un lugar de paso que nunca miramos ni nos fijamos en él, pero está lleno de la energía de tantas vidas…

P. ¿Cómo definirías la vida en pocas palabras?

R. Ya lo he hecho en mis libros. Un regalo de contenido desconocido, a veces envuelto en papel brillante, otras en un paquete mal preparado y otras en una caja de cartón. Pero, ¡la VIDA merece siempre la pena!

P. Algunas de tus lectoras han dicho que cada uno de tus poemas es una caricia para los sentidos. Las caricias sin estímulos cargados de sentimientos que nos ofrecen seguridad y bienestar. Hablar de nuestros sentimientos nos ayuda a manejarlos mejor y a desarrollar nuestra fortaleza emocional. ¿Cuáles son las claves para poder escribir sobre los sentimientos?

R. Las claves son un cóctel de varios elementos bien mezclados. Asertividad, una antena mental para captar los detalles pequeños que giran a nuestro alrededor, capacidad psicológica para leer emociones en los rostros de los demás… Creo que son cualidades que no han de faltar en alguien que se dedique a expresar emociones.

P. ¿Cuáles son tus sentimientos favoritos? 

R. La lealtad, el perdón al daño recibido y la entrega a quienes queremos, a nuestros sueños e ideales. 

P. Si pudieses cambiar algo en este mundo a través de tus obras, ¿qué sería?

R. La ambición personal de quien ejerce el poder sobre el bien común y la falta de respeto y prepotencia hacia los seres humanos más débiles. No soporto el nepotismo. 

P. ¿Qué otros mensajes quieres transmitir en tus obras?

R. Sobre todo, el vivir abiertos y con los ojos vigilantes a lo que nos vaya llegando, encontrando en lo malo algo positivo.

P. Aparte de escribir, ¿qué otras aficiones tienes? 

R. No podría vivir sin música, sin danza, sobre todo contemporánea, (me encantan Béjart, Barishnikov, Sergio Bernal, Ullate…) y sin el cine. Soy muy del musical de los años 40 y finales de los 30. Como directores, y por citar de distintas épocas, me gustan: Gregory La Cava, John Ford, Billy Wilder, Blake Edwards y Woody Allen.

P. ¿Cuáles son tus escritores favoritos? 

R. Muchos españoles. Delibes, Martín Gaite, Buero Vallejo… Norteamericanos: Faulkner, Miller, Mailer…Soy bastante heterogénea. Y, para mí, el fenómeno de la poesía, Mario Benedetti. 

P. ¿Cuáles son los géneros literarios que más te gustan?

R.  Leo en función de mi estado de ánimo, mi estado emocional y mi estado de ocio. Es decir, no leo en verano la misma lectura que en invierno. Me influye el clima como en la vestimenta. Ne gusta leer historia, novelas de intriga y suspense sin caer en lo negro, algo que rechazo de plano. Ensayos sobre arqueología y la antigüedad clásica. Admiro y mucho la filosofía helenista. 

P. ¿Qué estás leyendo en estos momentos?

R. Ahora estoy disfrutando de El infinito en un junco de Amparo Vallejo. Una maravilla amena y didáctica. 

P. ¿Estás realizando alguna obra literaria en la actualidad? ¿De qué tipo? ¿Nos puedes avanzar parte del argumento?

R. A finales de mayo se publicará el tercero,  cuyo nombre prefiero no revelar todavía. Y ya estoy inmersa en el cuarto. Dará un giro radical a mi obra hasta ahora. ¡Sorprenderá!

P. ¿Podrías desvelarnos qué temas te gustaría tratar en tus obras que todavía no hayas utilizado?

R. De momento no me he puesto la meta de escribir un género o estilo concreto. Escribo lo que me va dictando el corazón.

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